Cuando tengas que hacer una visita obligada al taller por haber sufrido en el coche una avería mecánica, o bien para arreglar un golpe de chapa, por ejemplo os dejamos unos consejos que te ayudarán a no sufrir ningún susto.
Algo elemental y que seguro todos hacemos, pero es conveniente recordar que es lo primero que debemos de hacer. Sí se diese el caso que no conozcas ninguno que sea de confianza, aquí, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) lo tiene claro: desconfía de aquellos talleres que puedan parecerte ilegales.
Has de saber que todos los talleres, deben de tener un distintivo que certifica su legalidad y que además deben de mostrar en un lugar que sea visible desde la fachada.
Esta placa además de de garantizar la legalidad del taller, nos mostrará información específica sobre las actividades del taller (mecánica, electricidad, carrocería o pintura), así como sus especialidades (neumáticos, inyección, lunas, etc) .En la placa también podremos ver e información sobre la provincia y el número de registro. También deben de tener en el interior del taller y de forma visible otra placa en la que se indiquen los precios de la mano de obra.
Sí es por escrito mejor y lo más detallado que sea posible. El taller tiene la obligación de dar el presupuesto desglosado de los trabajos que vaya a realizar, detallando sus precios. La reparación debe iniciarse si el usuario da su consentimiento dando por bueno el presupuesto y autorizándolo. El taller debe informar al usuario si el presupuesto sufriera alguna variación por cualquier motivo una vez iniciado el proceso de reparación.
No estría de más, en el caso de que puedas , solicitar distintos presupuestos para poder comparar precios y coberturas.
Has de tener en cuenta y preguntar antes de pedir presupuesto sí te lo hacen sin compromiso ya que el taller puede cobrar al cliente el coste del trabajo para realizar el presupuesto en el caso de no realizar la reparación presupuestada.
En el momento en el que dejas el coche en el taller, no olvides llevarte el correspondiente resguardo de depósito. Se trata de un documento en el que se debe especificar todos los datos del vehículo al quedarse en el taller, como posibles desperfectos de chapa, cantidad de gasolina en el depósito, etc. Sin este documento no lo tendrás nada fácil a la hora de reclamar en caso de que suceda algún incidente inesperado mientras el coche está en el taller.
Aunque estos deben de incluirse en la hoja de presupuesto o en el resguardo de depósito, no está de más apuntar o hacer una foto al cuadro de instrumentos para quedarnos con los kilómetros que tiene tu coche antes de llevarlo al taller. Si al recogerlo la cifra no te cuadra, pide una explicación, si bien has de tener en cuenta que, en función de la intervención, el mecánico tendrá que salir a probar el coche en algún momento tras la reparación para poder comprobar que todo lo realizado está bien.
Este punto suele ser uno de los quebraderos de cabeza cuando llevamos el coche al taller, sobre todo si no tienen el servicio de vehículo de sustitución: volver a contar con el vehículo lo antes posible. Lo ideal es que nos digan una fecha aproximada de entrega, con el fin de evitar retrasos excesivos.
En el caso de no poder recoger el coche del antes de que pasen tres días desde que el taller te ha comunicado que la reparación está ya realizada, podrían reclamarte gastos de estancia. Déjalo claro antes de que esto suceda.
Cuando tengas que cambiar alguna pieza, asegúrate que las utilizadas sean siempre nuevas y homologadas, nunca usadas o remanufacturadas, a no ser que tú estés conforme y des el consentimiento.
Has de saber que puedes exigir que te entreguen las piezas sustituidas.
Por ley los talleres deben cumplir una garantía mínima de 3 meses o de 2.000 km recorridos tras una reparación en el caso de los vehículos particulares. Muchos usuarios no lo saben, o utilizan el servicio correspondiente en su seguro, pero en esta garantía deben incluirse todos los costes que pueda llevar asociados la nueva reparación, como por ejemplo el traslado en grúa al taller si el coche se queda parado de nuevo por una supuesta reparación mal realizada.
Para exigir una garantía sobre la reparación si sucede algún problema necesitarás tener la factura de esa reparación y por supuesto con los datos del vehículo. La factura ha de estar sellada, y ha de constar en ella los trabajos realizados durante la reparación, así como las piezas sustituidas si fuera el caso.
Por desgracia es más frecuente de lo que pensamos: sacamos el coche del taller pensando que está arreglada la avería… y nos encontramos que la misma avería vuelve a reproducirse. Para poder realizar una reclamación y evitar problemas, en este caso deberás contar con toda la documentación mencionada anteriormente: presupuesto, factura… y además conviene solicitar una copia de la correspondiente orden de trabajo.
Consejos facilitados por Autoescuela Vialia
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